Cementerio judío de Wadowice

Durante la época gallega, los judíos formaban parte de la comunidad de Wadowice. La mayoría se dedicaba al comercio y la artesanía. En 1880, representaban más del 8% de la población total de la ciudad (404 personas), y en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial, aprox. 20 % (2 000).   

En 1892, se creó un cementerio judío junto al cementerio militar. Los esfuerzos para su ubicación comenzaron en 1876 por parte de la Comunidad Judía. Finalmente, se adquirieron parcelas justo detrás de la necrópolis militar. En la entrada del cementerio se encontraba la casa funeraria "Beit Tahara" (casa de purificación). Enfrente estaba la casa del conserje. Los asuntos funerarios eran atendidos por la hermandad religiosa judía Chewra Kadisza.

Además de los habitantes de Wadowice y de los pueblos de los alrededores, también fueron enterrados en el cementerio soldados de confesión judía que servían en la guarnición local o que murieron en los hospitales locales. Durante la Gran Guerra, fueron enterrados aquí 42 soldados, en su mayoría sirviendo en los regimientos austriacos y en las formaciones de la Defensa Nacional Húngara, y entre 1919 y 1920, 11 personas, en su mayoría del ejército bolchevique.

El cementerio sobrevivió casi intacto al periodo de ocupación alemana. Después de 1945, el cementerio fue restaurado gracias a la comunidad religiosa de Cracovia. Actualmente está bajo la administración de la comunidad judía de Bielsko-Biała. El último entierro tuvo lugar en 1990.

Entre los enterrados en el cementerio judío de Wadowice, cabe mencionar a Baruch Thieberg (fallecido en 1902) y Henryk Taub (1898-1919). Baruch Thieberg fue un insurgente del Levantamiento de Enero y el primer judío que se estableció en Wadowice, tras huir del Reino de Polonia. A esto siguió una rápida afluencia de judíos a la ciudad. Henry Taub era hijo de Samuel Taub. Después de que Polonia recuperara la independencia, se unió al 12º Regimiento de Infantería de Wadowice. Como comandante de una compañía, participó en la guerra polaco-checa por la región de Cieszyn Silesia y Zaolzie, donde resultó herido por una bayoneta en el pecho (1919). Fue enterrado en el cementerio judío de Orłowa, y en 1939 sus restos fueron llevados a Wadowice.